Recently I was interviewed by Kate Shellnutt at Christianity Today for an article titled “In Essentials, Unity. In Conspiracy Theories, Truth.” The article links to a blog post I wrote in May called “Conspiracy Theories Among Christians.” Giselle Seidel from CT translated my post into Spanish for those who prefer to read in Spanish.

Un amigo cercano de nuestra iglesia me envió un mensaje de texto con esta pregunta hoy, en medio del torbellino de teorías conspirativas que sopla salvajemente entre los creyentes en las redes sociales.

“¿Qué piensas sobre el auge en el número de creyentes que publican cosas de tipo conspirativo en internet (especialmente hoy)? Me siento abrumado por el nivel de miedo y la falta de unidad”.

Esto es lo peor del cristianismo en los Estados Unidos. Las teorías de la conspiración nacen del miedo. Todo esto es muy complejo a nivel de las bases porque, ya sea por buenas o malas razones, la gente no confía en sus líderes. Aquí están mis pensamientos presentados en forma breve:

  1. El virus es real. Nosotros (los seguidores de Cristo) debemos hacer todo lo posible por ser ciudadanos responsables por obediencia a nuestro Dios, quien nos enseña a orar y a someternos a nuestras autoridades en la medida de lo posible, siempre que no implique desobedecer a Dios. Además, vivimos en comunidades con personas que llamamos nuestro prójimo, a las que debemos amar sin descanso. Así que debemos seguir los protocolos para amar y proteger a los demás.
  2. El virus podría haber sido fabricado en un laboratorio de Wuhan o podría ser una “tormenta perfecta” natural y viral. ¿Quién sabe a estas alturas? No te enfoques en la conspiración (cualquiera que sea que llame tu atención), enfócate en el Reino de Dios.
  3. Dios está usando todo esto para su gloria y para nuestro bien. Confía en Él. Citando a Tom Foolery, “A veces tienes que enfermarte, muchacho, antes de empezar a sentirte mejor”.
  4. Es evidente quién está caminando por fe y de manera bíblica en esta temporada. Busca amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Ese es el fruto del Espíritu Santo presente en el creyente sin importar las circunstancias. No busques perfección o ausencia de dolor y sufrimiento, sino el fruto del Espíritu en medio del dolor y el sufrimiento (Gálatas 5:22-23).
  5. Dentro de la cristiandad estadounidense parece haber una división impulsada por la lealtad política y los intereses económicos personales. Esto no es bueno dentro del cristianismo porque demuestra que muchos cristianos en este país están preocupados primero por su partido o por su bolsillo, y en segundo o tercer lugar por el Reino de Dios.
  6. Según la Biblia, estamos viviendo en los últimos tiempos, pero el tiempo es relativo en relación a nuestra muy limitada perspectiva, y Dios está por encima del tiempo.
  7. Nuestro papel, ya sea nuestro último día en la tierra o el último día de la tierra, es seguir avanzando en nuestra misión. Amar a Dios y amar a la gente, y en amor dirigir a todos a Jesús.

En mi opinión, las teorías conspirativas son una pérdida de tiempo y energía para el seguidor de Cristo. Solo necesitamos conocer al Rey (Jesús) y la agenda del Reino, y hacer lo que nos corresponde para permanecer en Cristo y dar mucho fruto, y así demostrar ser sus discípulos SIN IMPORTAR LAS CIRCUNSTANCIAS (Juan 15). Incluso si una de las cientos de teorías de la conspiración que se escuchan por ahí fuera cierta y lo lográramos comprobar, ¿qué vamos a hacer? Decir: “¿Ves, te lo dije?” ¿Cómo haría eso avanzar el Reino de Jesús?

No malgastes tu vida en conspiraciones, seguidor de Jesús. REINO, REINO, REINO.

Traducido por Livia Giselle Seidel

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